EL CAMINO DE LOS BAOBABS

Hace ya algunas semanas, recordé en medio de la madrugada con una sensación muy particular, me sentí rodeada de amor y cariño, cerré mis ojos y recordé el sueño del que me acababa de despertar,  me vi caminando en medio de unos árboles muy extraños, en la medida que iba avanzando en el sendero los árboles se hicieron más grandes y me desperté, en ese momento sentí en mi mente una voz que me dijo BAOBAB.

Desde la activación de mi don ha sido la constante de no quedarme con nada y tratar de profundizar en la información en la medida que mi intuición me fuera guiando. ¿Qué q me dice la etimología de la palabra? ¿Qué mensaje encriptado que trae consigo?

 A continuación te acompaño lo que investigué y la correspondiente reflexión. 

La palabra BAOBAB tiene su origen del árabe (buhibab) que significa «padre de muchas semillas» es el nombre de un género de árboles (nombre científico - Adansonia,) que ofrece ocho especies similares, se le conoce como árbol botella y en algunas zonas se le llama pan del mono. Es un árbol leñoso de madera blanda. Habita con preferencia en áreas semiáridas al sur del desierto del Sahara, aunque se les ve en todo el continente africano.

Crecen sobre todo en suelos arenosos y calcáreos, prefieren un clima muy cálido, son muy resistentes a la sequía y también a los fuertes vientos. Los baobabs crecen en África,  Australia y  sobre todo en  Madagascar, hábitat de seis de las nueve variedades que existen. 

El baobab se distingue por su estatura y la apariencia de árbol que crece “desde arriba hacia abajo”

El tronco puede alcanzar los cuarenta metros de circunferencia, pero no crece más de 25 metros. Los Baobabs adoptan la forma de botella a partir de los 200 años, que es su etapa de madurez. En buenas condiciones, sobre suelo arenoso, con un clima templado y lluvia regulares, puede vivir hasta 1000 años, y se habla de ejemplares que han alcanzado los cuatro mil años. Algunos Baobabs se ahuecan en la madurez y se convierten en grandes depósitos almacenando más 6000 litros de agua en su interior, donde se conserva naturalmente limpia, ya que la contaminación de sustancias orgánicas exteriores no penetran en la corteza. Por eso es considerado por los africanos el ARBOL DE LA VIDA.

 Los pueblos han adorado siempre los árboles en las religiones pre-monoteístas, lo confirman los escritos de numerosos clásicos griegos y sumerios, que consideraban los árboles como los primeros templos de los dioses, y los bosques sagrados como sus primeros lugares de culto, donde las poderosas fuerzas de la naturaleza inspiraban la imaginación de los seres humanos. De estos bosques sagrados es de donde los sanadores tradicionales nativos toman sus hierbas.

Su simbolismo es tan grande como su envergadura. Se cree que es un mediador espiritual con capacidad de conectar con los ancestros. Es reverenciado y se le atribuyen poderes mágicos…  algunas comunidades  lo eligen como un lugar idóneo para establecer alianzas o compromisos, ya que nadie osaría transgredir un deber adquirido bajo sus ramas: es adorado pero también temido.

Para estos nativos, los espíritus de los ancestros viven en ellos, cuidando a los vivos y transmitiendo mensajes de Dios. Es por eso que suelen verse ofrendas debajo de sus ramas, generalmente de ron, miel o dulces.

Su valor sagrado es respetado por todos los pueblos africanos. Según la tradición, solo el “sabio” se puede subir a sus ramas para recoger frutos y hojas.

REFLEXIÓN: Estamos viviendo un proceso de transición que nos lleva hasta lo más profundo de nuestro ser, a las raíces ancestrales, a quienes éramos en un principio, el baobab nos recuerda las vidas que hemos tenido en este plano de consciencia y nos llama a todos a recordar desde la experiencia vivida y la sabiduría de ver más allá de lo evidente, que todo está conectado y obra para un bien mayor que nuestra mente humana no logra dimensionar.

"Es momento de enraizarte, recuerda tu misión, estoy aquí para acompañarlos, es tiempo de avanzar luego de muchos eones de densidad, por fin emerge la luz en medio del caos, recuerden mis amados, paz en la tormenta".

Autor: Mónica Utria.


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