LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO CON LOS CHAKRAS INFERIORES Y LA ESPECIALIDAD DEL ALMA.


Por: DAVID TOPÍ

Todos tenemos en mente que es parte del crecimiento y desarrollo personal de cada uno el trabajar en la apertura de los chakras superiores, quinto, sexto, séptimo, a veces pensando que funcionan de forma independiente, y que, los primeros chakras, no son tan importantes. De hecho, no hay nada más lejos de la realidad, ya que si existen bloqueos en los tres primeros chakras, hay mucha menos energía disponible para poder realizar “trabajo espiritual”.

Del cosmos a la planta de los pies

Dos energías principales entran por nuestro sistema energético. La primera, la energía del cosmos, irradiada por el Sol, por el espacio, hacia nuestro planeta. Esta energía es la energía de la Tierra, acumulada y anclada en el suelo que pisamos, y que entra en nuestro sistema energético por los pies, subiendo para unirse en el primer chakra y entrar al sistema energético. La energía más importante para nosotros como seres humanos, para el vehículo físico que ocupamos, es este tipo de energía, que proviene de la Tierra.

Esta energía inicia su camino ascendente por el primer chakra, donde, si no hay bloqueos importantes, realiza y cumple con todas las funciones que este chakra tiene asignadas tanto a nivel físico como a nivel de áreas de vida. Al mismo tiempo, esta energía pasa al segundo chakra, dónde, de nuevo, si no hay bloqueos que lo impidan, son transmutadas y usadas para las funciones de este segundo chakra. Otra vez más, la energía del planeta en su camino ascendente si los dos primeros chakras no la han bloqueado, permiten que la energía llegue al tercer chakra, y luego, si este de nuevo está libre de obstáculos, esta energía llega finalmente al cuarto chakra.

Este es el punto inicial de todo trabajo de crecimiento personal, a partir de un cuarto chakra funcionando, se expande el potencial para poder explorar las áreas de vida consideradas más “espirituales” o más “trascendentes”, cuando no llega el suficiente caudal energético al cuarto chakra, proveniente de los chakras inferiores, cual tubería de agua, la energía de la cual se nutre la parte superior del sistema energético es otra.

Otro caudal por el séptimo chakra

El otro tipo de energía, el segundo tipo de energía importante, es la que nos llega al sistema energético proveniente de la conexión con nuestro Yo Superior, esa otra parte de la entidad que somos, y que entra por el séptimo chakra. Esta energía baja al sexto, al quinto, hasta el cuarto. Normalmente esta tendría que ser la configuración estándar, donde las dos energías, del “cielo” y de la “tierra”, por decirlo de forma poética, se encuentran, y dónde podemos entonces funcionar a plena potencia en todos los ámbitos de vida.

La especialidad del alma

Sin embargo, esto no siempre es así. Primero, este punto de unión no es el mismo para todas las personas. Hay algunas personas cuyo lugar de encuentro de estas dos corrientes o fuerzas está en el quinto chakra, otros en el sexto, otros en el séptimo, y otros, en menor medida que yo haya visto, en alguno de los tres primeros chakras. Cuando este punto de encuentro varia hacia un chakra predeterminado, proporciona a la persona un filtro concreto sobre como ve la realidad o sobre como navega y trabaja con su vida, sus lecciones, su misión, sus experiencias, etc. A esto le llamamos la “especialidad” del alma, también por llamarlo de alguna forma, y no es otra cosa que el filtro del chakra principal que colorea la percepción global de la programación que la persona tiene para esta encarnación. Así, personas cuyo punto de unión energético entre las corrientes de la Tierra y del Yo Superior se unan en el séptimo chakra, por ejemplo, añadirán un filtro “espiritual” a toda experiencia que tengan, aquellos cuyo punto de unión se encuentre en el primer chakra, tendrán una percepción más “terrenal” de las mismas experiencias.

Esta “especialidad”, este filtro de la mente, no se puede cambiar en una encarnación, al menos tal y como yo lo entiendo, pero es parcialmente variable ya que este punto de unión puede moverse ligeramente entre dos chakras adyacentes, y es importante no pensar que, porque nuestra especialidad esté en los chakras superiores, los inferiores dejan de ser importantes. Cuando los tres primeros chakras están parcialmente bloqueados y la tubería que lleva la energía al cuarto chakra suministra solo una pequeña parte de la energía que podría suministrar, los chakras superiores se resienten, pues la energía del Yo Superior no es la energía principal que usamos para hacer funcionar nuestro sistema energético, sino solo un complemento.

Limpiar y mantener los chakras en buen estado

Así, para poder trabajar en temas “espirituales”, es recomendable tener bien desbloqueados los temas terrenales, los temas sexuales, los temas de relación con uno mismo y con otras personas, los temas de poder, voluntad, etc. Cuando estos tres chakras no presentan distorsiones significativas, el cuarto chakra está recibiendo entonces un caudal impresionante de energía que puede usar para abrirse y expandirse enormemente, dando lugar al desarrollo personal en áreas como las relaciones con otros, el amor, la introspección, la comunicación, la sabiduría, la conexión con otros planos, el desarrollo de las habilidades intuitivas, extrasensoriales, etc.

Personalmente, cuando he tenido mi cuarto chakra más bloqueado, la energía hacia cosas raras por mi cuerpo, a veces puenteando el cuarto chakra para pasar del tercero al quinto por canales secundarios, a veces quedándose estancada en los primeros chakras, a veces forzando a los chakras superiores a trabajar solo con la energía de mí Yo Superior, etc. Este tipo de cosas sucede bastante a menudo, la energía no se queda “parada”, intenta fluir, en la medida de lo posible, tampoco es que la presión del caudal que entra por la planta de los pies nos vaya a hacer reventar las cañerías, simplemente si la energía no sube del primer o del segundo chakra, no absorbemos más de la que podemos procesar.

Pero la cantidad de energía que podemos procesar depende solo de nosotros, a más abiertos y limpios están todos los canales, mayor potencial podemos absorber del planeta y por supuesto del universo por el séptimo chakra. Es cuestión de trabajar todo a la vez, empezando por la parte inferior, para que el chorro llegue a los chakras de arriba donde, entonces si, podemos hacer todo el trabajo espiritual o personal que queramos a plena potencia.

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